viernes, 11 de noviembre de 2011

9.Un día más

Estaba abrazada a Will viendo una película de miedo cuando Pauline entró en nuestra habitación a avisarnos de que se iría a cazar. Bien pensado, yo tendría que ir dentro de poco.
Se lo comenté y ella se encogió de hombros. Poco después se marchó y yo me fui al cuarto de baño.
Encendí en agua caliente y me miré en el espejo. Tenía el pelo un poco alborotado y los ojos azules, como los tenía antes de ser transformada. No daba crédito a lo que veía. Pensé que era una alucinación causada por la sangre de lobo, así que me duché y me dejé llevar.

*
Cuando terminé de lavarme, volví a observarme al espejo, y aún tenía esos preciosos ojos que me caracterizaban.
Empezaba a preguntarme a qué sería debido. Vaya pareja de raros. Un licántropo y un vampiro. Todo el mundo sabe que se odian a muerte y, sin saber que él y yo nos queremos más que a nada. Además, tengo los ojos AZULES . Un vampiro completo con ojos azules. Imposible. Tendría que ocurrir algo especial.
Salí corriendo del cuarto y me di cuenta de que las luces estaban apagadas.
Abrí la puerta que daba al pasillo principal y me lo encontré vacío y oscuro.
¿Dónde estaría todo el mundo? Decidí salir de la cabaña y adentrarme en el bosque para ver si encontraba a alguien que me pudiese decir algo, pero no había rastro.
Entonces, en la oscuridad de la noche, oí algo. Un crujido de ramas secas en el aire.

Me dí la vuelta y volví a ver oscuridad. Noté un cálido aliento en el cuello y los pelos de la nuca se me erizaron. Asomaron sin quererlo los afilados colmillos y mi cuerpo empezó a segregar adrenalina por si tenía que luchar.
Me giré y vi que unos grandes ojos azules, me observaban. Me relajé. Era Will.
"¿Te gusta hacerme sentir miedo?" Le dije mientras le acariciaba la peluda cabeza tan suave.
"Hemos encontrado a un nuevo licántropo. Ha entrado en mis territorios y parece que está perdido. Seguramente sea nuevo en esto." Me dijo mentalmente.
Todavía no me acostumbraba a verle como un gran lobo, y menos aún a que me hablase telepáticamente.
"¿Te acompaño?" Le dije en voz alta.
"No hace falta. Es un asunto de...lobos. Imagínate que a alguno se le cruzan los cables y te hace daño. No me lo perdonaría...."Me susurró en la mente.
"Está bien, pero que sepas que sé defenderme. Soy un vampiro".Le recordé." Por cierto, si me necesitas, no tienes más que avisarme".
"Por cierto, cuando te vi caminar hacia el bosque, tenías los ojos...¿azules? Luego, cuando te asusté, se te volvieron morados de nuevo".
"Yo también lo he notado, pero bueno, corre, date prisa. Ya hablaremos de eso luego."
Cerró los ojos en modo de asentimiento y le abracé como pude, porque mis brazos no daban para rodearle el "cuello". Era tan...confortable y ....mm... podría quedarme así toda la eternidad.
Le vi marcharse en la oscuridad.
Me fui de nuevo a la cabaña y me encontré dentro a Pauline y a Dereck. Habían venido de cazar y traían dos ciervos y un lobo.
"¿Pero qué habéis hecho?" Pregunté. "Si Sarah se entera, nos mata. No hay que matar a los animales. Solo... se les hica los dientes y ya." Les expliqué.
"A mí no me mires, que yo solo seguí las instrucciones de Dereck". Dijo Pauline.
Me concentré y sané las heridas de los pobres animales. Después, les devolví a la vida.
"Ahora, si queréis, vamos los tres al bosque. Estoy hambrienta..." Dije.
"Y yo." Puntualizó Pauline.
Nos fuimos los tres adentrando en el bosque, cuando me di cuenta de que me olvidaba una cosa. Les dije que avanzasen sin mí.

Cerré la puerta de entrada y me sorprendió ver a alguien. Parecía que era Sarah. Entonces, ví, que el águila que la seguía a todas partes, se perdía en el horizonte.

Llegué poco después, y en cuento me acerqué a Pauline, los pelos de la nuca se me erizaron de nuevo. Había un lobo cerca, y no era Will.
Como si de un elefante se tratase, Alex saltó encima de Pauline, pero ésta desapareció de improvisto. Se dematerializó.
Entonces, Alex , o mejor dicho, el lobo, nos miró a Dereck y a mí.

L

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