martes, 8 de noviembre de 2011

2.¿Encadenado como los perros?

"No puede ser, tengo que estar soñando..." Me dije a mí misma. ¿Me reía o empezaba a llorar? ¿Pero de qué iban estas dos personas? Reconozco que William me dejó con la boca abierta y que el ser tan guapo le perdona, pero la mujercilla, está como una autentica regadera.
"Vale, y si decís que yo soy un licántropo, cosa que no me trago, ¿cómo es que precisamente estoy en una escuela de VAMPIROS? Hasta yo que soy un tío sé que los vampiros y los lobos se llevan como el culo.
No pude evitar reírme.
Erea clavó sus penetrantes ojos en los de mi compañero Mike y le contestó:
"Sí, es cierto que nos llevamos mal. Llevamos luchando juntos desde tiempos inmemorables y ahora tenemos la oportunidad de dar en su punto débil. Tú."
Mike se quedó atontado y le tuve que golpear para que volviese a la tierra.
"No entiendo..." Dijo.
"Es muy simple Mike Tersaria.-Dijo Erea- ¡Om! Ya sé lo que pasa.-Hizo una pausa.-Tu madre no te lo ha contado. Bueno, pues ya vas siendo mayorcito, ¿no sabes que eres? Eres un licántropo de un linaje arcaico. Eres mucho más que un simple "lobito". Eres el hijo del último Alfa del clan de la Plata y, ahora estás en nuestro territorio, así que te haremos sufrir hasta que te conviertas por primera vez, ¿sabes? La Transformación, que es la primera metamorfosis en un lobo, se realiza en situaciones extremas, por lo que te haremos sufrir extremadante." Erea sonrió." Así tu manada firmará un contrato de rendición a cambio de que te soltemos. Es un plan perfecto, ¿no crees?

¡¡Dios mío!!! Además es una psicópata de mucho cuidado. Estoy empezando a cansarme de esto. Cada vez estoy más convencida de que se trata de una broma.

"Y ahora,-Continuó la mujercilla.- William, sujeta a este "perro" y encadénalo en la pared."
William, con una fuerza impresionantes logró llevarse a Mike, que gritaba y pataleaba para intentar liberarse. Luego le ató a la pared con agilidad y le hizo un corte en el antebrazo. Éste comenzó a sangrar.
Miré a Dereck espantada, ¿qué pasaría con nosotros? Y, como si Erea me hubiese leído la mente dijo:
"Lena, tendrás el privilegio de observar cómo un ser humano se transforma en vampiro." Acto seguido, y casi sin procesar lo ocurrido, la mujer se dirigió a Derck con una rapidez sorprendente y clavó sus largos colmillos en su cuello. Dereck profirió un grito ahogado y agachó la cabeza.
Grité e intenté escaparme, pero William me cogió y me apoyó en su hombro. Cuando me tranquilicé, me agarró de los brazos y me obligó a mirar.
"Ahora, Dereck es un semivampiro. ¿Sabes lo que es eso? Bueno, cuando un vampiro muerde a un ser humano, éste se convierte en un semivampiro. Éste último puede aguantar con vida unos tres días o así. Para que se convierta en un vampiro completo, debe beber sangre de un licántropo, y vaya, qué casualidad, porque tenemos uno aquí al lado.
¿Te cuento otra cosa muy curiosa? ¿Sabías que si un hombre lobo deja que un semivampiro beba de su sangre tres veces, muere? No te preocupes por tu amigo, porque creo que es la primera vez que lo hará.
Hay que tener cuidado, porque si está en forma de lobo, y el semivampiro bebe, éste muere al instante. Vaya, soy una profesora magnífica..."
Cogió a Dereck por los hombros y le obligó a beber de la sangre de Mike. Dereck se estremeció un momento y clavó su penetrante mirada en mí con sus ojos marrones. Al momento, éstos se tornaron de un color rojo fuerte.
"Cuando una vampiro bebe sangre por primera vez, sus ojos se tornan de otro color. Su color verdadero y el rojo originan este último." Me susurró William al oído.
" Así que... tú los tenías azules, como yo..." Le dije.
"Sí."
Erea terminó con Dereck y  le dejó caer al suelo. Luego me miró a mí fijamente. Me estremecí e intenté liberarme de los fuertes brazos de William.
"¡¡No!!" Grité. Empecé a llorar e intentar que Erea no alcanzase mi cuello por nada del mundo.
" Está bien. - Dijo- No lo haré.-Me sentí aliviada. No iba a pasarme nada.- Lo hará William."
¿Qué? ¡No!
¡Él precisamente no!
Me giró, de tal forma que lo viese de frente y, de repente, todo el miedo y la furia desaparecieron de golpe. Si tenía que hacer algo, que lo hiciese ya.
"No puedo..." Bajó la cabeza y me soltó.
"¡Pero qué haces estúpido! ¡Está bien, lo haré yo!" Entonces, me miró de frente y hundió sus colmillos en mi cuello.
No fue una sensación dolorosa, al contrario, fue agradable y sutil.
Al momento, todo se desvaneció a mi alrededor...


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