lunes, 14 de noviembre de 2011

24. Premonición

"Las montañas estaban cubiertas por toneladas y toneladas de nieve. Apenas se divisaba la pequeña entrada que se abría en la roca por la que se descendían 305 km hacia abajo. Si se descendía uno más, te achicharrabas vivo, y si descendías uno menos, te helabas, por lo que sólo los licántropos, que poseen mucho pelaje, y los vampiros que no sienten ni el frío ni el calor, podían acceder a ese lugar.
William, seguido de su manada, exceptuando Derek, bajaron a ese lugar porque su Alfa estaba preocupado.
"Lena"... Se oyó una voz lejana.
"Lena, si puedes oirme... Dirígete a las Montañas Rocosas del Norte.... Tengo una teor...ía...." Se entrecortaba su melodiosa voz. " Es peligroso quedarse en la cabaña.... Dejad a Mi....ke allí.... Es peligroso...."
El lobo marrón claro asintió con la cabeza y se internó en la fisura de aquella montaña. Todo el mundo sabía que las rocas eran el mejor aislante en aquel lugar, por lo que NINGUNA FUERZA MAGNÉTICA podría encandilar a nadie en aquel lugar."

Me desperté sudorosa y fui a contárselo inmediatamente a los demás. Ellos asintieron y preparamos todo tipo de víveres y artilugios necesarios como ropa, gel, sábanas, colchones, linternas, velas, pasta de dientes, botellas de sangre... Todo por si acaso a Derek le pasaba algo y no podía fabricar materia.
Sarah, Pauline, Jake, Gabriel, Derek y yo nos dimos la mano después de trasladar la "prisión" de Mike a un lugar cubierto, y Pauline usó su don para teletransportarnos a un kilómetro de distancia. Ése era su límite, por lo que tuvimos que repetirlo unas veinte veces. Al final, llegamos sin problemas, pero agotados. Hacía un frío increíble, según Derek, transformado en humano, Gabriel y Jake. Sarah iba transformada en una loba y al momento, Derek la copió.
"Venga chicos, nos quedan unos... 305km que descender." Dijo Pauline.
"Oh, Dios..." Dije.
Al cabo de tres horas, llegamos a nuestro destino extasiados.
Fui a abrazar a Will y olí su perfume a pino que tanto me gustaba.
Se oyó un estruendo y enormes piedras descendían hacia nosotros con furiosa fuerza.
"¡¡¡CUIDADO!!!" Gritó alguien.
Una roca cyó al lado de Will y le hirió en el brazo. La otra era tan grande que nos aplastaría a todos.
Entonces, Sarah creó una barrera divina, que impedía que las rocas llegasen, pero no era lo suficientemente fuerte, así que Derek creó otra barrera que nos protegió ya contra todo peligro de derrumbamiento.
Vi la situación, y observé que estábamos encerrados completamente, sin conexión esterior.
Derek intentó crear alguna máquina que nos permitiese salir de allí, pero era inútil porque todas eran enormes y no cabían en el espacio en el nos situábamos.
Tampoco podíamos salir mediante el teletransporte, porque a ambos lados, la roca cubría más de 200km, y las rocas que caían incesablemente sobre nosotros, calculamos que llegarían a los 30km, más o menos según las dimensiones de los pedruscos.
Fui a socorrer a Will mientras los demás deliberaban sobre nuestra situación. Como nadie miraba, decidí hacer magia para curar la herida de su brazo.
"¿Pero qué...?" Dijo
"Shh... Ya estás."Le susurré.
"¿También eres maga?" Me preguntó.
"Sí, forma parte de mi Don. Además, estudié en la misma escuela que Sarah, con la única diferencia de que ella estuvo allí durante tres meses, y yo, diez años."
"O sea, que llevas... 6 años libre"
"Sí, ingresé en esa escuela a los tres años. A los trece volví a mi hogar y allí me crié hasta los 16, donde fui a ese dichoso campamento, y te conocí y bla, bla, bla..." Relaté.
"Pues yo era un chiquillo que iba a la escuela. A los 14 sufrí la Metamorfósis, ¿sabes? Me pilló de sopetón. Estaba en mi cama leyendo Vampiratas cuando esto ocurrió. Me empezó a doler la cabeza, sentí que me desmayaba y... bueno, me vi convertido en lobo. Se lo dije a mi madre y se volvió loca. Creía que me había poseído un demonio. Ella era muy católica, por lo que empezó a echarme agua bendita y yo me sentí tan frustrado que se lo conté a mi padre, con el que nunca hablaba, debido a que nunca estaba en casa. Él sí me comprendió y me enseñó a ser un lobo. Como él era el macho Alfa, y yo ya sabía todo lo que tenía que saber, me dibujó en la pata izquierda una luna con plata fundida y a partir de ese momento, fui yo el macho Alfa. Al año, murió."
"Vaya, lo siento mucho. ¿Y cómo te fue en el colegio a partir de ese momento? ¿Y por qué estabas en la escuela de vampiros con Erea?" Le pregunté.
"Ja, ja, ja... Bueno, como comprenderás, empecé a crecer más deprisa que los demás, porque mi cuerpo tenía que habituarse a ser lobo, y mi cuerpo se hizo más fuerte y robusto. Les pasa a todos, pero a los Alfa, se multiplica por dos todos esos efectos." Me sonrió. " Como me sentía muy agobiado en el instituto a los 15 años, decidí seguir mis estudios solo acompañado de mi manada. El último deseo de mi padre fue acabar con Erea, la directora de la escuela de vampiros, y decidí internarme. Aprendí mucho durante 2 años, pero luego entraste tú y fue como un flechazo. Me enamoré y te prometo, que si hubiese llegado a tiempo no te hubiese pasdo eso. Lo siento." Dijo Will.
"No importa, lo que cuenta es que estamos tú y yo juntos, y a salvo". Le contesté.
Y así, nos abrazamos mientras Sarah nos decía que no había forma de salir de allí.

Laura
Aquí todo el mundo piensa pero nadie razona.

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